El Árbol sobre la Colina

Bringing back the forgotten flowers to Reality

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Diario VI

Published by Unknown under , , on 11:40
¿Cómo es que se está roto? ¿Cómo es que se siente la ausencia? ¿Cómo es que se sobrevive insano, en desesperación? Una vez los sueños empiezan en las Noches, no se vuelve a tener descanso. Cada vez las visiones se encriptan, los mensajes se ocultan o, simplemente, la lógica mortal abandona cada imagen. Atemporalidad y horror. He visto muertos levantarse de su lecho, cruelmente; he visto ángeles buscando venganza; he visto pecados amplificados, persiguiendo mis ansias de torpe, tardía virtud. Te he visto en ellos, en tu ausencia... Y el despertar no ayuda, y el cuerpo se agota, y la mente se debilita. Ya ni la compañía consuela... Las nuevas compañías se rechazan. Mi mente (o corazón?) se niegan a comprender la lógica común, la lucha del intento. Mi mente (mi corazón) se niega a repetir las palabras, a recorrer los mismos caminos sin destino, a sentir lo mismo una y otra vez, y desgastar así lo único que me queda. Aquí, sin hogar, sin futuro, perdida en mis esfuerzos, desconsolable en mis discusiones sin sentido, sin tener por quién luchar. He perdido lo que necesitaba. Y me pregunto cuándo esta romería se detendrá, cuándo mi mente (o mi corazón) será atrapado en un espacio, en otra mente, en un solo mundo que no cambiará nunca. No malinterpretes mis acciones: yo sólo busco respuestas, en medio de mis errores, soportando mis temores, y tratando de ser fiel a mis emociones. Emociones caprichosas, implacables. Y te siento ausente de mis sueños, pero presente en mis culpas. Creo que sólo ahora empezaré el luto de tu ausencia, por la desventura de las correspondencias y mi horrible hábito de dudar. A veces simplemente quisiera viajar al séptimo círculo, pero sigo dudando, esperando impaciente.


Aquellos sueños

Published by Unknown under , on 18:46

¿Es éste mi mundo y dimensión?
Imágenes etéreas me persiguen
me muestran respuestas a preguntas jamás pronunciadas,
me muestran ilusiones muertas,
alimento de sueños perdidos en la Soledad,
de tesoros abandonados ante tu inmisericordia.

[...]

Su belleza iluminó el instante suspendido,
y en ese instante preciso, existí completa, feliz, bondadosa.
Corrí tras su silueta,
indicio vago de su naturaleza etérea,
y cuando le alcancé,
rocé su sonrisa, y suyo fue mi abrazo, y percibí su recepción.
Aquel definido y completo momento,
delineado por la coincidencia de la circunstancia,
la dulzura de los sentimientos,
la holgura de su vestido,
la candidez de sus botas,
y esa palidez tan viva que otrora fuese mi obsesión,
fueron los trozos de felicidad que rompieron el balance,
los que a gritos me procuraron una conciencia indeseada, por vez primera,
susurrando en agonía nada tímida en medio de su sonoridad:

- ¡Huye de los sueños! ¡La Vida te pide paciencia, mientras que ella, NUNCA espera! -

Y en el frío de la Noche, mi febril pulso enfermo
y el nacimiento a la Realidad, se esfumó ella...
Entre mis sueños, donde siempre se quedará.

Pra/ey

Published by Unknown under , on 22:28
Fantaseé que te tenía sobre mi almohada
y un leve hálito de desesperación se cernió sobre mi sonrisa.
Ángel o demonio- preguntan mis conciencias,
mientras tus palabras palpitan entre luces y meriendas.

Abandona mi lecho que de luto está,
deja el alma que solitaria ya no estará,
después de la última, postrera visita.

Sin ti

Published by Unknown under , , on 17:23

Toco a tu puerta

vacía, nula, inexpugnable.

¿Puedes darme hoy una vida,

huída secreta de la vida mía?

Son muchos los años en los que me ahogo

-No es broma que nací vieja-

y las alas se empiezan a marchitar.

Déjame despertar en lecho ajeno

-No es invitación al goce austero-

para intentar vestirme de la sonrisa fugada.

Canto porque no tengo otra opción.

Y grito, agonizando en delirio.

Como la santa Ofelia

por la cordura y su amante abandonada.

Una vez se ha marchado la Virtud

-¡No sonrías! Que la dejas escapar-

son las figuras las que empiezan a faltar.

Y somos un vals de juegos repetidos

-Tuya es mi sonrisa nocturna favorita-

cantando el viejo coro de redención con besos.

Oh Vida incesante que ciega se va.

Vida mía, continuo tormento, que insiste en no faltar.

¿Puedes darme hoy una Noche,

como deseo postrero del condenado en prisión?

Dame en una Noche los sueños cautivos, esquivos,

-son besos, el frio, el silencio perfecto, tú y yo-

una Noche de única vida para el atestado corazón.

Déjame ver el borde del abismo, la casa del lago,

-Oh desvanezco en la fiebre de la Nada, tus ojos-

la mesa servida, tu dulce, real mirada

para gritar aterrada en el final lastimero,

arrepentida, viva, inacabada,

vacía, nula, inexpugnable...

Sin ti.


Allá en la distancia...

Published by Unknown under , , on 06:20

Escucho el sonido de los pasos a la distancia,
pesan como cuando la calidez es invadida por la lluvia
y el cuerpo sólo llama a continuar.
-¿Qué me pides en medio de la Noche?-
Cantos de penumbra,
historias de amor,
cuentos de proezas
o sueños de color,
mientras la Vida recita en la monotonía,
aquellos ritmos de las Viejas Eras
que nos atan al suelo firme con grave dolor.
Son instantes de cordura
en los que se ansían los abismos,
caída en los sabores, en los gritos,
en los gemidos, en las luces brillantes,
o en la leve y simple pérdida de la conciencia y la mesura.
-¿Por quién pedirás hoy?-
Y en los momentos en que ansías
apariciones del silencio y sonrisas del redentor,
el eco resuena más fuerte en el latente Corazón
llevado por el vértigo de los susurros
y el conocimiento de la distancia,
del camino nunca cruzado a través del cristal.
Mantén en Éxtasis el Alma para dopar la desazón.
-¿Quieres dormir tranquila esta Noche?-
¿Preguntas tú? ¿Es que acaso el Corazón se ha levantado
de aquel trance que es la razón?
 
 

Sanatorio I

Published by Unknown under , , on 20:20
Los días han corrido presurosos impulsados por el ansia de la huída y el olvido del pasado dolor. Pero esa concepción es tan sólo una percepción virtual de lo que se supone es el Tiempo vívido y crudo. Lo que son días enteros en ciclos intolerables y segundo a segundo más extensos, son tan sólo unas pocas horas de meditación, en las que la contemplación forzosa de los recuerdos tortura mi Voluntad. Recuerdo los días de oro cuando el sufrimiento era el alimento más constante, más fecundo en mi corazón. Ahora en mis visiones se mezclan todas aquellas travesías cuyo único fin era una tortura impuesta, un maltrato hacia lo que aquellos comunes creerían principio inquebrantable y cuya justificación tacharían por locura e insanidad. Hoy, miro atrás y pienso lo frágil que era mi ingenuidad, pero no creo en la Insanidad de mis actos. Al menos, aquellas acciones tenían color y, aunque guiadas por deseos egoístas y caprichosos, eran cristalinamente genuinas, invadidas por los más fervientes pero mentirosos anhelos.

Ahora veo mis vestidos y mi rostro, viejo, desgastado, cansado... No sé por qué. Y pienso en los protagonistas de las tragicomedias pasadas con finales tontos y poco dramáticos, por demás poco estéticos y tediosos. Decía el escritor ingenioso que el verdadero poeta es quien logra vivir la poesía que no es capaz de escribir... No sé qué soy, si soy poeta, si soy buena o mala, si hay talento en palabras desgastadas, repetitivas, agonizantes, que suplican por piedad cuando no son capaces de entrar al rebaño y que suplican por compañía cuando ésta sobra y anda a mi lado, sin yo sentirla, sin tener un indicio minúsculo de su presencia. Hoy, con mucha de aquella ingenuidad totalmente destruida, esta mirada mía es indescifrablemente grave, tentadoramente engañosa, ventana a visiones que arrastran consigo a todos aquellos que creen en ellas. Casi como un demonio que en lugar de consumir carne o sangre o rastros de vida material, se lleva los sueños, esperanzas, dulces ensoñaciones a mundos que no sostienen mi mano por mucho tiempo y de los que me marcho tranquilamente sin sentir las caídas o la deserción. Llámame Lamia, llámame súcubo, demonio, vampiro, empusa, y vivo entre podredumbre, y me alimento entre bestias, y ando en harapos, y me como a los indefensos... no tengo piedad. Usa las más sutiles metáforas o las más pronunciadas, consumidas inútilmente en la moda de nuestros tiempos y las ganas de ser algo más que simplemente condenada y deambulante humanidad. Yo no necesito usar palabras severas, canónicas y antiguas para describir una naturaleza inevitable, que la conciencia abrumadora
consume con cada paso.

Y cuando no lo soporto más, río de tu sonrosado candor, de tu sonrisa amable que se diluye entre los sueños de malicia. Cada Noche que las oscuras y subconscientes voluntades de mi malintencionado corazón se despiertan, lucho por dejarlas entregándome a la austeridad quebrantada de mi moral... Y mi cuerpo se alza entre fiebres infernales y la Noche se hace más honda e indefinida y sus sonidos confidentes, guturales e insondables. Y aquellas Noches en que no hay lucha, soy Tique que te hala a la desgracia, soy Esteno que te hace a su semejanza, soy Lilith que te arrebata de la luz del Día. Cuando ocurre de esta manera, quisiera no despertar y perderme entre las visiones, los sueños y las sensaciones falsas pero delirantes, que dejan la prudencia embotada en un halo de dulzura y pasividad... Pese a ello, siempre hay un despertar, que me deja en el estado del beato manchado de pecado, sin más esperanza que volver a dormir y perder la concepción del Tiempo y la retorcida Voluntad.

Foto tomada de: Agnieszka Szuba

Me marcho...

Published by Unknown under , , , on 22:19

Me desvanezco
y no sé a dónde viajo
en esta hora tan cruel a mis ensoñaciones.

No sé si muero
y mis palabras son breves ilusiones
en mi lecho postrero.

No sé si desaparezco
para renacer en un Universo
más acogedor que este Tiempo.

Y me desvanezco
sin saber de tí,
de tu fortuna o el devenir de tu momento,
sin saber siquiera que la Vida
era un sueño lastimero
nunca mío, nunca nuestro,
creyendo que algún día
dormiría entre perfumes
vistiendo la Sonrisa del Cielo,
cuando entre frías mañanas
habría de morder las penas calladamente
por expiación de los tormentos.

Entonces creo que me desvanezco
y es una suerte irme con el Viento...