Aquellos sueños
Published by Unknown under ella, sueño on 18:46Pra/ey
Published by Unknown under sanatorio, sueño on 22:28Sin ti
Published by Unknown under aislamiento, sanatorio, sueño on 17:23Toco a tu puerta
vacía, nula, inexpugnable.
¿Puedes darme hoy una vida,
huída secreta de la vida mía?
Son muchos los años en los que me ahogo
-No es broma que nací vieja-
y las alas se empiezan a marchitar.
Déjame despertar en lecho ajeno
-No es invitación al goce austero-
para intentar vestirme de la sonrisa fugada.
Canto porque no tengo otra opción.
Y grito, agonizando en delirio.
Como la santa Ofelia
por la cordura y su amante abandonada.
Una vez se ha marchado la Virtud
-¡No sonrías! Que la dejas escapar-
son las figuras las que empiezan a faltar.
Y somos un vals de juegos repetidos
-Tuya es mi sonrisa nocturna favorita-
cantando el viejo coro de redención con besos.
Oh Vida incesante que ciega se va.
Vida mía, continuo tormento, que insiste en no faltar.
¿Puedes darme hoy una Noche,
como deseo postrero del condenado en prisión?
Dame en una Noche los sueños cautivos, esquivos,
-son besos, el frio, el silencio perfecto, tú y yo-
una Noche de única vida para el atestado corazón.
Déjame ver el borde del abismo, la casa del lago,
-Oh desvanezco en la fiebre de la Nada, tus ojos-
la mesa servida, tu dulce, real mirada
para gritar aterrada en el final lastimero,
arrepentida, viva, inacabada,
vacía, nula, inexpugnable...
Sin ti.
Allá en la distancia...
Published by Unknown under camino, canto, sueño on 06:20Escucho el sonido de los pasos a la distancia,
pesan como cuando la calidez es invadida por la lluvia
y el cuerpo sólo llama a continuar.
-¿Qué me pides en medio de la Noche?-
Cantos de penumbra,
historias de amor,
cuentos de proezas
o sueños de color,
mientras la Vida recita en la monotonía,
aquellos ritmos de las Viejas Eras
que nos atan al suelo firme con grave dolor.
Son instantes de cordura
en los que se ansían los abismos,
caída en los sabores, en los gritos,
en los gemidos, en las luces brillantes,
o en la leve y simple pérdida de la conciencia y la mesura.
-¿Por quién pedirás hoy?-
Y en los momentos en que ansías
apariciones del silencio y sonrisas del redentor,
el eco resuena más fuerte en el latente Corazón
llevado por el vértigo de los susurros
y el conocimiento de la distancia,
del camino nunca cruzado a través del cristal.
Mantén en Éxtasis el Alma para dopar la desazón.
-¿Quieres dormir tranquila esta Noche?-
¿Preguntas tú? ¿Es que acaso el Corazón se ha levantado
de aquel trance que es la razón?
Sanatorio I
Published by Unknown under consciencia, súcubo, sueño on 20:20
Ahora veo mis vestidos y mi rostro, viejo, desgastado, cansado... No sé por qué. Y pienso en los protagonistas de las tragicomedias pasadas con finales tontos y poco dramáticos, por demás poco estéticos y tediosos. Decía el escritor ingenioso que el verdadero poeta es quien logra vivir la poesía que no es capaz de escribir... No sé qué soy, si soy poeta, si soy buena o mala, si hay talento en palabras desgastadas, repetitivas, agonizantes, que suplican por piedad cuando no son capaces de entrar al rebaño y que suplican por compañía cuando ésta sobra y anda a mi lado, sin yo sentirla, sin tener un indicio minúsculo de su presencia. Hoy, con mucha de aquella ingenuidad totalmente destruida, esta mirada mía es indescifrablemente grave, tentadoramente engañosa, ventana a visiones que arrastran consigo a todos aquellos que creen en ellas. Casi como un demonio que en lugar de consumir carne o sangre o rastros de vida material, se lleva los sueños, esperanzas, dulces ensoñaciones a mundos que no sostienen mi mano por mucho tiempo y de los que me marcho tranquilamente sin sentir las caídas o la deserción. Llámame Lamia, llámame súcubo, demonio, vampiro, empusa, y vivo entre podredumbre, y me alimento entre bestias, y ando en harapos, y me como a los indefensos... no tengo piedad. Usa las más sutiles metáforas o las más pronunciadas, consumidas inútilmente en la moda de nuestros tiempos y las ganas de ser algo más que simplemente condenada y deambulante humanidad. Yo no necesito usar palabras severas, canónicas y antiguas para describir una naturaleza inevitable, que la conciencia abrumadora consume con cada paso.
Y cuando no lo soporto más, río de tu sonrosado candor, de tu sonrisa amable que se diluye entre los sueños de malicia. Cada Noche que las oscuras y subconscientes voluntades de mi malintencionado corazón se despiertan, lucho por dejarlas entregándome a la austeridad quebrantada de mi moral... Y mi cuerpo se alza entre fiebres infernales y la Noche se hace más honda e indefinida y sus sonidos confidentes, guturales e insondables. Y aquellas Noches en que no hay lucha, soy Tique que te hala a la desgracia, soy Esteno que te hace a su semejanza, soy Lilith que te arrebata de la luz del Día. Cuando ocurre de esta manera, quisiera no despertar y perderme entre las visiones, los sueños y las sensaciones falsas pero delirantes, que dejan la prudencia embotada en un halo de dulzura y pasividad... Pese a ello, siempre hay un despertar, que me deja en el estado del beato manchado de pecado, sin más esperanza que volver a dormir y perder la concepción del Tiempo y la retorcida Voluntad.
Foto tomada de: Agnieszka Szuba
Me marcho...
Published by Unknown under callejón, ensoñación, etéreo, sueño on 22:19
Me desvanezco
y no sé a dónde viajo
en esta hora tan cruel a mis ensoñaciones.
No sé si muero
y mis palabras son breves ilusiones
en mi lecho postrero.
No sé si desaparezco
para renacer en un Universo
más acogedor que este Tiempo.
Y me desvanezco
sin saber de tí,
de tu fortuna o el devenir de tu momento,
sin saber siquiera que la Vida
era un sueño lastimero
nunca mío, nunca nuestro,
creyendo que algún día
dormiría entre perfumes
vistiendo la Sonrisa del Cielo,
cuando entre frías mañanas
habría de morder las penas calladamente
por expiación de los tormentos.
Entonces creo que me desvanezco
y es una suerte irme con el Viento...